RECORDAMOS A UNA GRAN DIVA, LILIÁN WELKER GUNDLACH, RECONOCIDA EN LOS MEDIOS ARTÍSTICOS COMO LILIA DEL VALLE, HABÍA NACIDO EN CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, EL 30 DE ABRIL DE 1928, EN EL HOGAR DE INMIGRANTES ALEMANES, POR ELLO NO FUE EXTRAÑO QUE RECIBIERA EDUCACIÓN, JUNTO A SU HERMANA MENOR EN EL COLEGIO ALEMÁN DE LA CIUDAD DE MÉXICO, PARA LUEGO COMPLEMENTAR SU APRENDIZAJE EN BERLÍN, DONDE DE PASO PERFECCIONA SU ALEMÁN.
ES A LOS QUINCE AÑOS, CUANDO SU VIDA DARÍA UN VUELCO DE 180º GRADOS, EN MOMENTOS EN QUE SALÍA DE CLASE DE PINTURA, ALLÍ MISMO UN PRODUCTOR LA INVITA A PRESENTARSE A UN CASTING DE ACTUACIÓN OFERTA A LA QUE SE OPUSIERON SUS PADRES, PERO AL FINAL CEDERÍAN ANTE LA INSISTENCIA DE LA JOVEN QUE DE EN CORTO TIEMPO YA PROTAGONIZABA UNA GRAN CINTA AL LADO DEL LEGENDARIO JORGE NEGRETE, SE TRATABA DE LA VERSIÓN A COLOR DE “ALLÁ EN EL RANCHO GRANDE”, INICIANDO UNA DESLUMBRANTE TRAYECTORIA EN LA QUE INCLUYÓ EL CANTO CON UN TRIO Y GRANDES GIRAS POR MÉXICO.
LOS DRAMAS NO FUERON TAN APETECIDOS POR LILIA COMO LAS COMEDIAS, DONDE SE SENTÍA COMO PEZ EN EL AGUA, ES ASÍ COMO LOGRA ALTERNAR CON LAS MÁS GRANDES FIGURAS DEL MOMENTO EN CINTAS DE GRAN ÉXITO COMO: Las tres alegres comadres (1952) y Las Interesadas (1952), junto a Amalia Aguilar y Lilia Prado, Mis tres viudas alegres (1953), Las cariñosas (1953), Nadie muere dos veces (1953), Esposas infieles (1956), El bello durmiente (1952), La isla de las Mujeres (1953), La Bruja (1954), SECUESTRO EN ACAPULCO (1963), LA RECTA FINAL (1966).
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