STEVEN SPIELBERG ES UN GENIO, UN DIRECTOR QUE CUANDO
SIENTE LOS IMPULSOS DE FILMAR UNA NUEVA PELÍCULA, NO HAY NADIE QUE LO DETENGA,
NI SIQUIERA SUS PROPIOS ESTUDIOS, TANTO ASÍ QUE SE RETIRÓ DE LA UNIVERSIDAD
CUANDO APENAS LE FALTABA LA TESIS, PERO FUE TANTO SU ÉXITO QUE LA UNIVERSIDAD
LE CUMPLIÓ AÑOS MÁS TARDE SU DESEO DE GRADUARSE, CUANDO YA ERA TODA UNA
LEYENDA, MÁS EXACTAMENTE EN 2002 Y COMO LE PEDÍAN UN CORTOMETRAJE DE 12
MINUTOS, PRESENTÓ COMO TESIS SU CINTA “LA LISTA DE SCHINDLER”, LA PELÍCULA CON
LA QUE GANARA DOS DE SUS TRES PREMIOS OSCAR Y POR SUPUESTO LA UNIVERSIDAD ACEPTÓ Y SEGURAMENTE HABRÍA ACEPTADO CUALQUIER COSA VIVIENDO DE ÉL, EL HONOR ERA DEL ALMA MATER.
PRECISAMENTE, SI COMENTAMOS SOBRE “LA
LISTA DE SCHINDLER”, CUANDO DECIDIÓ QUIEN IBA A CREAR SU BANDA SONORA, LLAMÓ AL
COMPOSITOR Y MÚSICO MULTIPREMIADO CON EL OSCAR, JOHN WILLIAMS, QUIEN AL OBSERVAR
LA CINTA, CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS LE DIJO A STEVEN QUE LA PELÍCULA MERECÍA UN
MEJOR COMPOSITOR Y LA RESPUESTA DEL CINEASTA FUE: “LO SÉ, PERO ESTÁN TODOS
MUERTOS”.
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