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viernes, 2 de marzo de 2018

EL “DANZÓN-CUMBIA”, GÉNERO MUSICAL PANAMEÑO CON UN SIGLO DE EXISTENCIA



Estimados lectores, sé de antemano que para muchos de ustedes resulta incómodo la aceptación de la existencia de un género musical llamado danzón-cumbia, mismo que, a decir verdad, tiene aproximadamente 100 años de existencia dentro de la música típica panameña.
A similitud del danzón cubano, el danzón-cumbia también tiene un “padre”, que fue el gran violinista panameño don Francisco “Chico Purio” Ramírez quien nació en el pueblo de Purio de Pedasí un 24 de julio de 1903 y, obviamente de ahí viene su apodo, pero lo más sorprendente es que “Chico Purio” solo estudió hasta segundo grado de primaria, sin embargo, tenía un aferrado afán de ejecutar el violín y aprendió a escribir y leer música como cualquier músico de Orquesta Sinfónica y como muestra, he aquí algunas de sus composiciones: “Las flores del camino”, “El barranco del Río Muñoz”, “Quien me va a querer”, “Me voy de mi tierra”. “Edicta no me quiere”, “Silvia no me quiere”, “Lucero del sur “Chico quiere a Deya” o “Sentimientos del alma”, cabe señalar que algunas de estas piezas tienen letra.
Pero volvamos al danzón-cumbia, que es ciertamente considerado como una de las variantes de la cumbia panameña y con mucho arraigo en la idiosincrasia musical típica de Panamá, por lo que en otras palabras estamos hablando de un baile típico coreográfico, claro, hay quién afirma que se deriva del danzón cubano con una mezcla de la cumbia raizal, pero, veamos las siguientes características del danzón-cumbia y saquemos nuestras propias conclusiones: El danzón-cumbia está compuesto en compás de dos cuartos (2/4), es decir el mismo compás en que está descrito el danzón cubano.
En cuanto a la estructura musical del danzón-cumbia tenemos lo siguiente: Primera parte o Introducción, segunda parte o canto uno; se repite la Introducción, luego cae al canto dos (y puede haber uno o dos cantos más) que debe tener la particularidad de llevar compases cortos propios de una cumbia; y por último la Rumba, la cual también es de compases cortos. Como verán aquí se utiliza la Rumba, lo que equivaldría al “montuno” del danzón cubano.
Otra característica del danzón-cumbia, es el tener más compases en cada una de sus partes musicales, excepto en las finales. Podemos decir que tiene dieciséis (16) compases en cada una de las primeras partes que son Introducción, canto uno y, en las partes finales tenemos cuatro (4) compases en cada una de ellas, por lo que las primeras partes son más largas y las finales, más cortas.
Es importante hacer notar que el danzón-cumbia presenta además un ritmo más acompasado o digamos más elegante en su ejecución y, esto es producto de su estructura musical, similar característica que encontramos en el danzón cubano.
Dentro del extenso repertorio de este género musical típico panameño tenemos algunos danzones cumbia que son de los llamados “clásicos”, como: “Los
sentimientos del alma” que data de 1927, Recuerdo de La Laguna, La hierba buena, Las flores del camino, La linda Ballestero, La flor de lilolá, Pueblo Nuevo y La talanquera.
Musicalmente hablando el danzón-cumbia se basa en una serie de patrones que contienen algunos de sus compases, los cuales están conformados con las figuras de corchea, semicorchea, corchea, semicorchea y corchea, representado en ese mismo orden en un compás o en varios compases, curiosamente, a similitud del danzón cubano a este patrón musical se le llama “Cinquillo”', mismo que le da un toque especial a la composición musical del danzóncumbia.
Como verán estimados lectores “también en san Juan hace Aire”, el danzón nos sigue mostrando otra de sus híbridas variantes en un país rico en tradición bailable. (REDACCIÓN: Luis Pérez “Simpson” – BOLETÍN DANZÓN CLUB #97)

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